26 May ¿Hotel o piso vacacional en Barcelona? Ventajas de alquilar un apartamento turístico en Barcelona

Si estás a punto de visitar la Ciudad Condal y te debates entre la duda de hotel o piso vacacional, aquí te dejamos algunas de las ventajas de alquilar un apartamento turístico en Barcelona. Porque viajar es sinónimo de descubrir y no hay una mejor manera de descubrir una ciudad que sumergiéndote en ella, échale un vistazo a nuestro particular puñado de consejos.

Y es que si quieres respirar su ambiente vibrante, comer donde lo hacen los barceloneses y explorar nuevos rincones, tu mejor apuesta es alquilar un apartamento turístico. No en vano, durante la última década el alquiler de apartamentos en la ciudad de Gaudí ha sido una tendencia en alza y cada vez son más los viajeros que optan por alojarse en un piso en lugar de un hotel. Hay varios motivos para ello…

¿Cuáles son las ventajas de alquilar un apartamento turístico en Barcelona?

Dispones de un espacio más amplio

Después de pasar todo el día caminando y haciendo turismo, pocas cosas apetecen tanto como descalzarte, darte una ducha y tomar posiciones en el sofá. El espacio de una habitación de hotel es muy limitado, pero en un apartamento puedes charlar en el salón o asomarte a la terraza a ver cómo se pone el sol. Los niños también agradecerán el espacio extra para jugar.

Convives mejor con tu grupo

Si viajas en grupo, un apartamento vacacional en Barcelona os permitirá cenar juntos en el comedor, hacer los planes para el día siguiente con comodidad y luego iros a descansar cada uno a su dormitorio. En definitiva, puedes disfrutar de la diversión en compañía pero desconectar del resto cuando lo necesites.

Tienes libertad de horarios

Puedes dormir la siesta o levantarte por la mañana a la hora que quieras sin necesidad de colgar ningún cartelito en la puerta de la habitación y sin que te despierte el personal de limpieza del hotel. También podrás desayunar o comer a la hora que te apetezca.

Tienes los electrodomésticos y las comodidades de un hogar

Los apartamentos turísticos en Barcelona suelen estar equipados con los electrodomésticos necesarios para vivir cómodamente el día a día: lavadora, secador para el pelo, lavavajillas… por lo que acaban convirtiéndose en un hogar lejos del hogar. Y en caso de que haga mal tiempo, puedes refugiarte en un sitio cómodo y acogedor. Además, si están llevados por una empresa de gestión de apartamentos turísticos, te encontrarás con un mantenimiento impecable, digno del mejor de los hoteles.

Disfrutas de más privacidad

En un apartamento el espacio te pertenece de forma exclusiva durante los días que estás en él, por lo que no tienes que compartir el baño como sucede en los hostales o albergues, ni tampoco hacer cola para tomar el desayuno como suele pasar en los hoteles.

Tienes cocina propia para preparar tus desayunos, comidas o cenas

En Barcelona hay restaurantes de todo tipo entre los que elegir, pero si quieres ahorrar un poco de dinero o disfrutar de la comida casera, alquilar un apartamento te da la posibilidad de hacerlo. También te da una buena excusa para sumergirte en los mercados locales y probar tu mano en los fogones con alguna receta típica barcelonesa.

Los apartamentos son más baratos que los hoteles

Por lo general, en Barcelona, el precio del alojamiento por persona y noche en un apartamento turístico es inferior al precio de un hotel de calidad similar que esté ubicado en la misma zona. Lo notarás especialmente si viajas en familia o en un grupo grande.

Hay más barrios y zonas entre los que elegir

Los apartamentos te dan la oportunidad de alojarte en zonas menos turísticas de Barcelona, lo que es interesante si ya conoces la ciudad o si quieres dormir en barrios más auténticos, alejados del centro. Descubrirás lugares con encanto que no aparecen en las guías turísticas.

Puedes integrarte más en el ambiente local

Finalmente, cuando abras la puerta, en lugar de encontrarte en un hotel rodeado de otros turistas, te encontrarás con barceloneses de verdad. Así que siempre tendrás más posibilidades de entablar un poco de conversación con los vecinos cuando vayas a la tienda a comprar el pan.